¿Que son las enfermedades venéreas?
las (ITS), también llamadas
como enfermedades de trasmisión
sexual son el conjunto de afecciones clínicas infecto-contagiosas que se
trasmiten de persona a persona por medio del contacto sexual que se produce,
casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales, incluido él sexo vaginal,
el sexo anal y el sexo oral.
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Sin embargo, pueden trasmitirse también por el uso de
jeringas contaminadas o por el contacto
con la sangre y algunas de ellas pueden
trasmitirse durante el embarazo o por el
parto, desde la madre al hijo.
La mayor parte de las enfermedades de trasmisión sexual son
causadas por 2 tipos de gérmenes: BACTERIAS y VIRUS, pero algunas también son
causadas por hongos y protozoarios.
Las prevalencias de ITS observadas con frecuencia en las adolecentes sexualmente activas tanto
con síntomas de tracto genital bajo como sin ellos.
En 1996, la OMS se
estimaba que más de 1 millón de personas se infectaban diariamente. Cerca del
60% de estas ocurren entre menores de 25 años
y el 30% de estos tienen menos de
20 años.
La nucleación de las enfermedades venéreas comprende por lo general, la sífilis, la blenorragia o gonococcia, el chancro blando, el linfogranuloma venéreo, el condiloma acuminado (o papiloma venéreo), y algunas ectoparasitosis como la pediculosis púbica (ladilla). Existen otras infecciones transmitidas por contacto sexual, que sin ser catalogadas de venéreas, ocasionan molestos y recurrentes problemas a las parejas. Tal el caso de la tricomoniasis y la candidiasis, que suelen ser repetidos huéspedes del flujo vaginal. Otras enfermedades que debemos incorporar al grupo de las E.T.S., son: la Hepatitis B y el sindrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) producida por el HIV.
El recrudecimiento de la morbilidad venérea obedece a una multicausalidad, con un común denominador que es la disminución del nivel de vida de la población. Entre las causales de importancia merecen mencionarse a:
- precariedad social, que es sinónimo de precariedad sanitaria e incremento de la promiscuidad, destacándose mayor incidencia del comercio sexual en capas sociales bajas, donde existe desinformación yabunda la falta de higiene.
- La libertad sexual que caracteriza a la nueva generación de adolescentes, con escasas ataduras a valores convencionales, con multiplicidad de contactos ocasionales, con prácticas sexuales donde suele ser habitual el cambio de parejas, en una etapa de la vida donde se relega la higiene y el autocuidado a segundos planos, manifestaciones todas ellas que culminan en sexo no seguro, promiscuo, y vulnerable a cualquier tipo deenfermedad venérea.
- El mecanismo polimorfo habitual de contagio, con lo complejo que resulta identificar a los contactos, y con el agravante en la infección gonocóccica y sifilítica, de casos asintomáticos principalmente en las mujeres, que actúan de portadoras desconocidas (aún por ellas mismas), propagando la enfermedad en proyección geométrica.
La sífilis y la blenorragia han penetrado en todos los grupos de edad, raza y sexo, y en casi todas las regiones geográficas del mundo, tanto urbanas como rurales.
El control de las enfermedades venéreas depende deprincipios que no son secretos de ningún país y que, en realidad, están claramente expuestos en algunas de las más antiguas obras de medicina.
El control de las enfermedades venéreas depende deprincipios que no son secretos de ningún país y que, en realidad, están claramente expuestos en algunas de las más antiguas obras de medicina.
Por sus implicancias y características epidemiológicas son de notificación obligatoria. El grupo de mayor afección se ubica entre los 15 y 30 años de edad, de prevalencia en varones, aunque en el sexo femenino como ya dijimos, existe un importante porcentaje de portadoras asintomáticas o con diagnósticos erróneos.
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